La zona de Pedernales cuenta con muchos atractivos turísticos caracterizados por evidenciar una gran belleza natural, además de permitir conocer la cultura local de la región. Seguramente por eso las autoridades competentes decidieron lanzar esta provincia como un polo turístico que debe trascender nuestras fronteras y atraer a muchos visitantes extranjeros, además de motivar a la población nacional a conocer estos lugares.
Dentro de las bellezas de esta área vale la pena señalar el Parque Nacional Jaragua, reconocido por sus hermosos paisajes y su gran biodiversidad. Es poseedor, además, de una llamativa fauna local y se presta para el senderismo.
Otro reconocido atractivo lo constituye Bahía de las Águilas, que es considerada como una de las playas más hermosas del país. Dotada de aguas cristalinas y arena blanca. Se le considera un lugar ideal para relajarse y practicar la natación.
Oviedo, es una comunidad que cuenta con hermosos paisajes naturales y donde aún puede disfrutarse de la vida rural dominicana.
La Cueva de las Maravillas, es un sistema de cuevas impresionante, donde se observan formaciones rocosas y pueden apreciarse algunos vestigios del arte rupestre.

La Playa de Pedernales, permite observar la tranquilidad del mar caribeño y constituye un ambiente ideal para el disfrute del sol y la tranquilidad.
Isla Beata, donde puede practicarse el ecoturismo, disfrutar de la naturaleza y aprovechar para la práctica de snoket.
La visita de cualquiera de estos lugares en la provincia permite disfrutar de experiencias únicas, conectando de este modo con la belleza natural de la zona.
Como parte de los planes turísticos impulsados por el gobierno ya se están construyendo edificaciones hoteleras en Cabo Rojo, que posee playas bellísimas, que muchos consideran que compiten con Bahía de las Águilas. Incluso se ha anunciado que los primeros hoteles abrirán sus puertas en el año 2026.
En Oviedo se construye un aeropuerto internacional, seguramente concebido para recibir directamente vuelos internacionales que permita a los turistas arribar directamente en la zona donde disfrutarán sus vacaciones.
Como parte del plan de desarrollo turístico también se trabaja en la reconstrucción y ampliación de la carretera desde un poco después de Enriquillo hasta Pedernales.

Algunas cosas, sin embargo, me llaman la atención como simple observador que ha tenido ocasión de visitar en varias ocasiones esta zona. Lo primero es que el aeropuerto se construye en Oviedo, y de Oviedo a Cabo Rojo, que es donde se construyen los hoteles hay una distancia de 30 kilómetros.
En esa zona el terreno es mayormente llano y muy seco, por lo que pienso que el aeropuerto debió ubicarse más cerca del destino de los turistas.
Por otra parte, si se quiere visitar por tierra a Pedernales desde Cabo Rojo o desde Oviedo hay que recorrer un trayecto cargado de curvas que puede resultar indeseable para turistas que ante todo piensan en su seguridad. Por esa razón, supongo que se fomentarán los viajes a Bahía de las Águilas más que nada en lanchas desde las instalaciones hoteleras.
Están ampliando y reconstruyendo la carretera hacia Pedernales, procurando, además la eliminación de curvas cerradas a cambio de trayectos rectos. Esto permitirá acortar el trayecto aunque sea en forma discreta, pero sobre todo hacer más segura la carretera. Pero ahora mismo posee grandes trayectos sin pavimentar, por lo que con el paso de los vehículos se levanta una gran polvareda que limita la visibilidad y resulta muy desagradable.
Inversión gobierno
Lo que llama la atención es que la inversión del gobierno evidentemente no marcha al mismo ritmo de las inversiones privadas en edificaciones hoteleras y tanto la carretera, actualmente paralizada, como el aeropuerto, de ningún modo estarían listos para el año próximo, que es cuando se afirman que estarán listos para abrir los primeros hoteles.
En esas condiciones, esos hoteles tendrían que retrasar su apertura o exponerse al quiebre por ausencia de huéspedes.
Podría pensarse que la ampliación de la carretera serviría de estímulo para los turistas nativos, pero me parece difícil que logre ese objetivo. El trayecto actual de Santo Domingo hasta Pedernales toma alrededor de siete horas, incluyendo en ellas una o dos paradas para estirar los pies, ir al baño y comer algo. Si se parte del este o del norte, tiene una duración mayor, y no creo que muchos estarían en disposición de embarcarse en dicha aventura en vehículos propios.
Se me ocurre que debe irse pensando en la creación de trayectos marinos de Santo Domingo y otros lugares hasta Cabo Rojo. Y motivar a las líneas de autobuses grandes a realizar dicha ruta, que en la actualidad solo recorren autobuses medianos y pequeños, lo que hace de este largo viaje un verdadero calvario.
No soy ingeniero ni experto en turismo, pero creo, por simple lógica, que si las inversiones privadas y las del gobierno no se toman de la mano y marchan al mismo ritmo, las cosas no saldrán bien o tomará mucho tiempo enderezarlas. Hay que tener cuidado.