SANTO DOMINGO.- La doctora en Psicología y próxima decana de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Ana Jacqueline Ureña realizó una exposición ante la Cámara de Diputados en la que abordó los efectos del estrés laboral sobre la salud mental, destacando la necesidad urgente de crear entornos laborales más humanos, seguros y emocionalmente sostenibles.
Con la pregunta, “¿Cuántos de ustedes han sentido que el estrés laboral afecta su rendimiento y su vida personal?”, Ureña dio inicio a un conversatorio que articuló datos científicos, marcos legales y enfoques humanistas generando una reflexión profunda entre legisladores, asesores y personal presente en el recinto.
Apoyándose en cifras del Informe Mundial de Salud Mental de la OMS, Ureña señaló que más de 12 mil millones de días laborales se pierden anualmente a causa de la ansiedad y la depresión, y que el 15 por ciento de los adultos en edad laboral experimenta algún trastorno mental.
Estas condiciones, advirtió, se ven agravadas por dinámicas organizacionales que incluyen la sobrecarga, la desigualdad y el acoso psicológico.
La salud mental en el trabajo no es solo una cuestión médica, sino también una responsabilidad institucional y social. Así lo expresó la doctora Ureña al insistir en la importancia de capacitar a líderes y gestores para prevenir ambientes laborales dañinos y brindar acompañamiento a quienes los padecen.
Durante su intervención, también profundizó en el concepto de felicidad laboral, explicando que esta se sustenta en tres ejes: bienestar, gratificación mediante el uso de fortalezas personales y sentido de propósito en las tareas.
Además, presentó herramientas validadas para medir el bienestar subjetivo, como la Subjective Happiness Scale y el modelo MUNCH adaptado en América Latina.
Ureña introdujo el Test de Ritmo Emocional, una propuesta para evaluar cómo las personas enfrentan la presión y ajustar las cargas laborales según el perfil emocional. También recomendó prácticas de la psicología positiva como la gratitud, el perdón, la amabilidad y el fortalecimiento de vínculos sociales, que contribuyen al desarrollo de ambientes laborales más saludables.
La académica concluyó su exposición recordando que el Código de Trabajo dominicano reconoce la salud laboral como un derecho integral que abarca tanto lo físico como lo mental.
Reafirmó además su compromiso con una formación humanista desde la Facultad de Humanidades e instó a seguir fortaleciendo los vínculos entre el mundo académico y las instituciones del Estado para avanzar hacia una cultura laboral más saludable y justa.