Rafael Faneyte
PRODUCTOR Curiosibasket
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Correteando entre calles y callejones, se divertía, como cualquier niño de barrio, “el hijo de David Ciclón”, un amante del baloncesto que no trascendió más allá de torneos intercalles capitalinos. Era también “el hermanito de Flor Elena”, jugadora de la selección nacional.
Así sería, hasta que resonó con una actuación titánica en CentrobasketU17 del 2017, con apenas 15 años, donde además del gran desempeño, anotó los tiros libres para ganar una final histórica ante Puerto Rico. Desde ahí, David Jones se ha convertido en un referente del baloncesto dominicano y el foco de atención para muchos que disfrutamos su extraordinario talento.
Tras promediar 19.7 puntos (3ro), 9.9 rebotes (6to), 2.3 asistencias y 3.9 robos (3ro) por partido, con 18.9 de eficiencia (5to), en la Copa del Mundo U17 en 2018, llegaron las oportunidades y se embarca hacia Teays Valleys Christian HS en West Virginia.
En 2020 llega a la NCAA en DePaul, donde consigue el primer triple-doble en la historia de la universidad, pasa a St. John’s y termina su escolaridad en Memphis para hacerse elegible al Draft de la NBA, donde no es seleccionado. Firma contrato “two-way” con Philadelphia, es cortado y recala en Capitanes de Ciudad México en la G League, donde empieza su exposición, basada en su solidez ofensiva y sus espectaculares jugadas.
Hoy, su sueño está cada vez más cerca. Disputa la Summer League con los Spurs y destaca como el jugador con mejor desempeño, a la espera de la anhelada llamada, que también es nuestro sueño.
Pero hay más universos por explorar. Ya en Europa retumba el nombre de David Apolinar Jones García. El Olympiacos de Grecia, equipo del francés Evan Fournier y del griego Kostas Antetokounmpo, lo tiene en la mira por si no llega el sueño americano.
¿Será que el nuestro llega… De Guachupita a… ¿la NBA o a Europa?