El historiador José G. Guerrero, director del Museo Nacional de Historia y Geografía, en su conferencia en el Museo de la Catedral el 18 de septiembre del año en curso, hizo las siguientes aclaraciones históricas sobre el milagro del Santo Cerro en defensa de la Virgen de las Mercedes.
1.El milagro del Santo Cerro no fue la aparición de la Virgen de las Mercedes en una batalla de 1495 en la que los españoles derrotaron a los indios por su intercesión. Para esa fecha no había curas de la orden mercedaria ni se había introducido su imagen o culto, aparte de que la batalla no se realizó en ese lugar. Nada hablaron del milagro Colón, Pané, Mártir de Anglería, Ovando, Las Casas, Oviedo ni Pedro Suárez Desa, el primer obispo de la Vega entre 1513-1522.
2.La asociación de Las Mercedes con el milagro del Santo Cerro es tardía y quienes primero la mencionaron en ese rol en libros de texto fueron los historiadores Del Monte y Tejada en 1853, José Gabriel García en 1894 y Bernardo Pichardo en 1922.
3. El culto mercedario del Santo Cerro tomó fuerza después de 1853-1857 cuando el cura vegano Dioniso de Moya, para cumplir una promesa hecha durante un naufragio, reparó el santuario que había sido destruido por un terremoto en 1842. Otro hito importante fue la construcción de la actual iglesia de las Mercedes realizada en 1888.
4. Su gran riqueza literaria, histórica y antropológica estriba en que mezcla poéticas leyendas y tradiciones fantásticas sobre un sustrato histórico muy antiguo, como reconoció Rodríguez Demorizi. En efecto, combina anacrónicamente una cruz colombina de 1494, dos batallas entre españoles e indios de 1495 y 1497, una aparición de la Virgen de las Mercedes del siglo XIX, un capellán mercedario que nunca vino a la isla y una devoción popular que celebra la fiesta mercedaria del 24 de septiembre, realizada en esta fecha a partir de 1734.
2. El llamado milagro del Santo Cerro fue el de la cruz plantada en el lugar por orden de Cristóbal Colón, la cual era venerada por españoles e indios antes de 1527, según el padre Las Casas. El primer documento que menciona a la cruz del Santo Cerro es el codicilo firmado por el virrey Diego Colón el 2 de septiembre de 1520, mientras una relación dirigida al emperador Carlos V registra en 1525 la primera mención de la cruz del Santo Cerro “que puso el Almirante en un cerro” y la aparición de “una mujer de Castilla, muy hermosa, encima de la cruz vista por los indios”.
3. El milagro del Santo Cerro se hizo popular en toda la isla después que el terremoto que destruyó a la ciudad de la Vega en 1562 no afectó el lugar donde estaba la cruz. Como servía para la protección contra sismos y tempestades, el palo de la cruz se cortó, pero siguió creciendo. De tanto cortarlo “sin devoción” se redujo a una pequeña vara de la que se hicieron dos cruces, de las cuales sólo una ha quedado en el museo de la Catedral de Santo Domingo. Del hoyo donde estaba la cruz se sacaba tierra o polvo usado en remedio para enfermos desahuciados.
4. El milagro fue conocido en España y América después que Antonio de Herrera publicó en 1601 la primera crónica oficial conocida en la que citó la fortaleza construida por Colón en La Vega, la cruz del Cerro Grande, a lo que agregó en 1622 la batalla colombina en la Vega Real. Narró que los indios, indispuestos con los españoles, subieron al cerro para tumbar y pegar fuego a la cruz hasta que vieron el milagro de una “hermosa y venerable mujer que, puesta en un brazo de la cruz” que les impidió hacerlo. No identificó dicha mujer con la Virgen de las Mercedes y ubicó el hecho hacia 1514. La palabra Virgen no aparece en su texto, pero en uno de los grabados que acompañaron su obra, se observa la imagen de lo que parece una virgen con un niño en los brazos sobre una cruz que los indios intentan cortar.
4. La batalla decisiva de Colón contra los indios se realizó el 25 de marzo de 1495 entre Mao y Esperanza, muy lejos del Santo Cerro, como lo probaron Apolinar Tejera en 1908 y Casimiro Nemecio e Moya en 1911. Edwin Espinal ha ubicado en el Batey No. 1 Usamita de Esperanza el lugar de la batalla. Ésta se confundió con otro combate que hubo en contra del cacique Guarionex y catorce caciques en 1497 cerca del fuerte de la Concepción de la Vega.
5. La Virgen de las Mercedes posee la historia más larga de una deidad vinculada a la historia de Santo Domingo. Su popularidad no se debe al Santo Cerro sino a su declaración como patrona de la ciudad y la isla en 1617 después que protegió con milagros y prodigios a la ciudad y a sus fieles de un terremoto y un ciclón. Documentos señalan que se apareció contra los ingleses en 1655, fue invocada en la batalla del Limonade en 1691 (junto a La Altagracia y Santiago Apóstol), su imagen se estampó en el estandarte de la batalla de Palo Hincado en 1809, un manifiesto separatista fue repartido en su fiesta del Santo Cerro en 1843, la Constituyente de San Cristóbal hizo una pausa ante una misa mercedaria en noviembre de 1844 y luego terminó la primera la Constitución de la República, se apareció en la batalla de Santomé en 1855 y Cabral instaló en 1865 el primer gobierno nacional después de la Restauración en la iglesia mercedaria de Santo Domingo. La tardía y errónea asociación de la Virgen de las Mercedes al milagro de la batalla no realizada en el Santo Cerro no puede empañar el extraordinario papel que ha jugado el culto mercedario en la defensa patriótica del territorio y de la nación dominicana. No debe olvidarse que la virgen proclamada por nuestros patricios y por el pueblo dominicano durante la separación de Haití y la Restauración de la República en contra de España.