Frente a una inesperada circunstancia (Poema)

Apegarse a qué/ si todo cae.

A Gustavo Olivo Peña, amigo en el vivir.

Uno se ve

se ve y mira, a la vez

y es el uno incompleto.

Un gesto de sangre, cae

y otro más del pensar.

El apego, costumbre de estar

en actos que se quieren, desaparece de pronto.

Son otros ya

Caray, nada de uno es

prestadas piezas

que a las cenizas vuelven

para vegetar en otras, otros.

Apegarse a qué

si todo cae.

Cada nosotros

sin advertir, menos sentir.

Del cuerpo, lo que palpita en temblor

que nos sostiene por nacer.

Y Dios nos ve

en pedazos

en rupturas de la carne, que carne no es, siendo carne

y nada dice

y uno, frente a ese espejo,

mismo,

se ve su espalda,

las piernas enflaquecidas y gambadas,

costillar de atrás: pronto polvo

la muerte vive más que la vida en la vida

Polvo resucita

imperativo del tránsito.

Qué buscar de lo que se le dio y posee

Ah, dones, el libre albedrío

no, suficiente.

Dejo ese espejo,

cuerpo,

regreso a este espacio

* compañero-

Y Dios, sin presura*, observa

desde ramas de los naranjales.

¿Y cuándo, la ultimas vez?

*Nota: estas dos palabras de este verso: pasó por esos sotos con presura de Cantico, en esta situación, pertenecen a San Juan de la Cruz.

Spread the love

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *