La salud íntima femenina es un aspecto fundamental del bienestar general de la mujer, pero muchas veces se ve afectada por factores cotidianos como el tipo de ropa, los productos de higiene utilizados, los cambios hormonales o incluso el clima. Mantener el equilibrio natural de esta zona tan sensible no solo previene molestias, sino que también evita infecciones que pueden comprometer la salud ginecológica. En este contexto, la Dra. Jhalime Atie, Ginecóloga Obstetra, comparte información esencial para comprender cómo mantener un adecuado cuidado íntimo y prevenir infecciones comunes que afectan esta área tan delicada.
¿Por qué es importante cuidar la salud íntima femenina?
Como mujer, es esencial cuidar la salud íntima, ya que la zona genital femenina es muy delicada y puede ser más propensa a ciertos desequilibrios o irregularidades.

El cuidado íntimo femenino abarca desde los hábitos diarios hasta factores como el clima, los aspectos hormonales, la edad o ciertas condiciones particulares de cada mujer. Todo esto influye en el entorno habitual de la zona íntima, haciendo que el pH (grado de alcalinidad o acidez) pueda alterarse, lo que provoca un desequilibrio en las bacterias que normalmente habitan en los genitales, dando paso a infecciones. Dichas infecciones pueden ser causadas por bacterias, hongos, parásitos o, en algunos casos, pueden ser mixtas.
Recomendaciones para un cuidado íntimo adecuado
Uso de ropa interior adecuada

Ciertos materiales como el poliéster o la licra pueden alterar el pH vaginal, lo que, por sí solo, puede favorecer la aparición de infecciones. Se recomienda el uso de materiales como el algodón, ya que permiten una correcta transpiración de la zona.
Higiene
Es importante destacar que los genitales femeninos no deben lavarse con jabones comunes ni con cosméticos que puedan alterar su equilibrio, ya que se trata de una zona muy sensible. Se recomienda el uso de jabones íntimos a base de ácido láctico que mantengan un pH neutro. No se recomienda el uso de duchas vaginales por la misma razón. Evita lavar la zona interna con objetos o con las manos; solo debe limpiarse la parte externa.
Ropa adecuada

Evita usar prendas muy ajustadas durante largos periodos, ya que pueden generar fricción y crear un ambiente cálido y húmedo, lo cual favorece la proliferación de infecciones. Opta por ropa más suelta que permita la transpiración y reduzca la humedad en la zona íntima.
Relaciones sexuales
Se recomienda orinar antes y después de cada relación sexual, ya que durante el acto puede haber escapes de orina y aumentar el riesgo de infecciones vaginales y de vías urinarias. También es aconsejable higienizar la zona antes y después del acto sexual.
Protectores diarios

Si los vas a utilizar, procura cambiarlos con frecuencia. No se recomiendan de forma continua, ya que dificultan la transpiración y crean un ambiente húmedo que favorece el crecimiento de hongos y bacterias.
Durante la menstruación
Cambia regularmente las toallas sanitarias o tampones; no esperes a que estén completamente llenos. Y atención: no es necesario usar óvulos después del periodo menstrual, ya que se trata de un proceso fisiológico que no requiere limpieza adicional.
Trajes de baño

Si vas a la playa o piscina, cámbiate la ropa húmeda inmediatamente al salir del agua, por los mismos motivos relacionados con la humedad.
Los signos de alerta para pensar en algún tipo de infección principalmente es el cambio en el aspecto, color y olor del flujo vaginal, asi como tambien algún síntoma como picazón, ardor o irritación
Siempre exhorto a la NO AUTOMEDICACIÓN, no utilizar ningún ovulo, cremas o duchas vaginales sin prescripción médica, ya que existen diferentes tipos de tratamientos dependiendo la causa.
Escrito por:
Dra. Jhalime Atie
Ginecóloga Obstetra