Recorrido. Para llegar desde República Dominicana a la selva tropical en playa El Jobo, debes tomar un vuelo directo a San José o dos con escala. Al llegar, una avioneta te lleva a Liberia, y ahí tomas un autobús que, en aproximadamente dos horas te lleva a disfrutar de la magia del hotel Las Mareas.
A Leslie y a Maryorie no las conocía. El punto de encuentro, que era el Aeropuerto Internacional de las Américas, Doctor José Francisco Peña Gómez, permitió que estableciera con ellas una bonita relación. Atendiendo a la invitación de la gente de Dreams Las Mareas, una experiencia Unlimited-Luxury de Hyatt Inclusive Collection, se inició un vuelo hacia una gran aventura.
Ya en la terminal de San José, había que disponerse a abordar una avioneta con rumbo hacia Liberia. Elsa, ejecutiva de la cadena en República Dominicana, se unió al clan que también tenía en carpeta tomar un autobús con destino a la jungla en Playa El Jobo, Guanacaste, donde está el exótico hotel.
Durante el trayecto, ella hablaba sobre las ocurrencias de los monos que viven en la propiedad. Aunque el hambre y el deseo de llegar se habían robado todas las energías, se prestó oídos para hacer caso a esta graciosa nota. ¡Por fin en el hotel! De verdad, un paraíso escondido. Valió la pena hacer el trayecto al estilo de los concursos en los que vas venciendo obstáculos.
Al llegar a las habitaciones todo estaba despejado. No había monos por la zona. “Está haciendo frío para ellos y se retiran temprano”, fue el comentario que hizo uno de los colaboradores que recibió a las dominicanas. Dejar el equipaje para salir lo más pronto posible a cenar, era lo que seguía. El restaurante de carnes y mariscos estaba cerca y fue ahí donde se pudieron recargar las pilas.
Al día siguiente
Un buen descanso era necesario para estar dispuestas a disfrutar al otro día de las maravillas del hotel. Leslie estaba loca que amaneciera para degustar un rico desayuno típico que, como algunos saben, se llama ‘gallo pinto’ y consiste en moro de habichuelas negras, con huevo frito, plátanos maduros fritos y crema agria. Hay quienes le añaden otros antojitos. Disfrutar de la piscina más grande Costa Rica era la promesa cumplida, aunque dispone de otras igual de atractivas y refrescantes.
En la tarde, la ruta era una caminata hacia la montaña. En la noche, una cena en el restaurante japonés despertó todos los sentidos. Una verdadera experiencia gastronómica hizo viajar por el oriente a los periodistas invitados. El día después, no fue diferente. El recorrido inició en el spa más moderno e innovador de Costa Rica. Para que tenga una idea, es el único en el país que cuenta con una piscina de hidroterapia, y como novedad, también tienen una estación de productos para que el mismo huésped escoja la mezcla que gusta para tratar su piel. Claro, con la válida orientación de Jorge, encargado del espacio.
La ruta incluyó también, un paseo hacia la playa y puntos emblemáticos del hotel que cuenta con 447 suites disponibles que ofrecen vistas espectaculares de la jungla, la piscina o el resplandeciente océano. Cada suite está equipada con una bañera de hidromasaje en el balcón o terraza privada amueblada. Daniel seguía explicando cada detalle y, a medida que el grupo pasaba por algunas áreas había un detalle para agradarlo. La noche fue inolvidable y culminó el viaje a ese “paraíso escondido” con un encuentro vistoso en el restaurante de carnes y mariscos.
La ruta incluyó también un paseo hacia la playa y puntos emblemáticos del hotel.
La ruta incluyó también un paseo hacia la playa y puntos emblemáticos del hotel.
Voces expertas
Elsa Ramírez Toca, Sandra Blum y Daniel Mesa, representante de la firma, hablaron a los periodistas de República Dominicana, Cota Rica, Guatemala y Panamá que fueron invitados a esta “marea de aventuras”, sobre los pormenores del hotel, destacando el compromiso del Dreams Las Mareas con la responsabilidad Social.
Aporta en la protección, preservación y minimización de daños al medio ambiente. No pasan por alto el hecho de su contribución a la comunidad. Por ello ha sido galardonado con el sello Preferred by Nature. Los estándares para esta certificación están alineados con los Criterios Globales de Turismo Sostenible.
El resort colabora con la ONG Tora-Carey para proteger cinco especies de tortugas marinas que anidan en las costas locales; ha implementado una política de «cero pajillas plásticas» en la playa y en los bares junto a la piscina para proteger la vida marina de los residuos plásticos, y muestra un fuerte compromiso con la comunidad local a través de clases de inglés, donaciones de material escolar, promoción de la cultura local y limpieza de playas. Además, ha sido reconocido por KKR por su uso de automatización energética para monitorear y gestionar el consumo energético del resort de forma remota, reduciendo así el uso de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Uno de sus mayores atractivos son las bodas. Al año celebran alrededor de 350 y la tendencia es a aumentar ese número, pues muchos de sus visitantes no sólo se van con la mejor impresión, sino que repiten su visita y hacen la mejor publicidad del mundo: “el boca a boca”.
Gastronomía
Ocho restaurantes: mexicano, japonés, italiano, francés, el de bufé, entre otros, así como sus múltiples bares o cafés están a disposición de los visitantes, quienes disfrutan no sólo de la amplia variedad, sino de la particularidad que tiene cada uno en sus platos y cocteles.
Los monos: un gran atractivo
Si dejas sin pestillo la puerta que comunica el balcón con la habitación, ellos te visitan y se llevan todo lo que esté a su alcance. En fin, es una hermosa experiencia para vivirla, disfrutarla y contarla. Los seis o siete que entraron a la habitación de Maryorie pueden darle una idea. No le hacen daño, sólo gustan cargar con lo que puedan.